Los juzgados 6 y 16 de Valencia y el 2 de Mislata han condenado por intrusismo profesional a tres falsos odontólogos que trataban a pacientes en varios locales de las citadas poblaciones cuando no estaban titulados para ello.

Según consta en las sentencias, facilitadas por el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, la primera «intrusa» fue descubierta mientras examinaba bocas y prescribía tratamientos en un taller dental situado en la calle Escalante del barrio de El Cabanyal de Valencia.

En este caso, la condenada era técnico de prótesis dental, una titulación que en ningún caso permite tratar pacientes sino fabricar prótesis. Precisamente por ello, el tribunal condenó a esta mujer a una multa de 1.260 euros por delito de intrusismo contemplado en el artículo 403.1 del Código Penal.

El segundo falso dentista, condenado por el juzgado número 16 de Valencia operaba en un laboratorio dental ubicado en la avenida Pérez Galdós de la capital. En este caso el condenado, prótesico dental de profesión, atendía pacientes en el citado local, razón por la que ha sido por el mismo delito y deberá hacer frente a una multa de 1.260 euros.

Finalmente, la tercera condena, impuesta por el Juzgado 2 de Mislata, de 480 euros) recayó sobre otro protésico que también cometió un delito de intrusismo en circunstancias similares a los anteriores encausados; en este caso en un taller ubicado en la calle San Antonio de Mislata.

Dichas situaciones fueron descubiertas y denunciadas por el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, que contrató servicios de detectives privados y comunicó los hechos a los tribunales con las pertinentes querellas por intrusismo profesional, al entender que «pone en serio riesgo la salud de todos los valencianos».

En todos los casos se trata de sentencias de carácter penal dado que según recuerda el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV), Enrique Llobell, «el intrusismo profesional es un delito del Código Penal por lo que cualquier intruso que manipule la boca de un paciente sin estar titulado para ello se expone a una sentencia penal y sus consecuencias».

Tras el descubrimiento y condena de estos nuevos casos de intrusismo sanitario, el presidente del ICOEV, Enrique Llobell, recomienda a la ciudadanía corroborar que el profesional que presta la atención bucodental es un dentista colegiado.

Fuente: Las Provincias